Siempre haciendo más preguntas de las usuales, reaccionando ante hechos que el resto ignora o que simplemente no llega a distinguir.
Tomando decisiones radicales, muchas veces necesarias para poder sosegar mi desconcierto.
Todo ello forma parte de una importante fracción de mi día a día, que siendo bueno o malo es parte de mi naturaleza, que cada cierto tiempo no deja de conmoverme.
En varias ocasiones podemos llegar a ser irreflexivos y no ver la real magnitud de lo que realmente sucede a nuestro alrededor, soslayando inconscientemente la verdad.
Uno de los hechos que me hizo reaccionar y llegar a este comentario, fue lo que me sucedió hace casi dos meses atrás, en donde viví una experiencia un tanto desagradable, que me quito el sueño por varias semanas, pero que afortunadamente sólo quedó en un mal recuerdo que cada cierto tiempo me hace visitar aquella construcción imponente y vetusta que se encuentra en el centro de la ciudad, la misma que proclama con cierta solemnidad salvaguardar nuestros derechos, pero que ciertamente me hizo ver la otra cara de la luna, mi luna.
El segundo ......
Ahora sólo es cuestión de tiempo ............
Libre!.